jueves, 12 de junio de 2014

Los caballeros medievales.

En la Edad Media, los caballeros eran nobles que estaban al servicio de un poderoso señor o de un rey. Llegar a ser caballero exigía un largo y duro aprendizaje.
La ceremonia de la investidura.
Cuando llegaba el momento de ser armado caballero, se realizaba la ceremonia de la investidura. El aspirante, vestido de blanco y recluido en una habitación, velaba las armas durante toda una noche. Al amanecer, su señor lo cubría con un manto rojo; le entregaba unas mallas marrones , un cinturón blanco, unas espuelas de oro y una espada de doble filo, que simbolizaba la justicia y la lealtad; y, finalmente, le daba el espaldarazo.

El espaldarazo consistía en  tocar con la espada la espalda del escudero mientras se pronunciaban unas palabras. El aspirante quedaba así armaso caballero.
Los torneos.
Los torneos eran competiciones en las que se enfrentaban los caballeros cuando no había gerras. Los contendientes ganaban importantes premios. El combate estaba arbitrado por otros caballeros, que actuaban como jueces.
La armadura.
La armadura de los caballeros podían llegar a pesar unos cincuenta kilos. Ellos solos no podían subir al caballo, por eso necesitaban ayuda de pajes y escuderos.

A caballo, el pesado traje servía a los caballeros de protección; pero, si eran derribados, en tierra no podían moverse con facilidad y corrían el riesgo de ser heridos.



Fuentes: libro de lengua y google.

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